¿Cómo mejorar la marca de tu franquicia?

La marca es uno de los factores clave a la hora de conseguir que nuestro negocio funcione. La marca es la huella que nuestra empresa deja en las personas. Si aportamos valor a nuestros clientes y estos confían en nosotros, esto da prestigio y credibilidad a nuestra marca.

Sin haber trabajado bien la marca, no tiene sentido expandirse mediante un sistema de franquicias. Todas las empresas que han buscado el crecimiento a través de este modelo están aprovechando el empuje y la raigambre de su marca para lograr beneficios.

¿Qué tienes que hacer para mejorar la marca de tu negocio?

Si quieres expandirte a través de un modelo de franquicias, necesitas primero que tu negocio sea rentable. Cuando tu negocio es rentable, porque le das a los clientes lo que quieren, tienes que saber explotar esa satisfacción.

No se trata de caer en el autobombo, ni estar todo el tiempo hablando de lo guapos que somos.

Se trata de reforzar tu marca y tratar de presentarla en sociedad para que sea bien vista por los inversores. Algunas cosas que puedes hacer:

• Hacer publicidad estratégica orientada a reforzar el valor de tu marca.
• Publicar notas de prensa o conseguir que hablen de ti en los medios de comunicación.
• Buscar opiniones de clientes e integrarlas en tu página web.
• Aprovechar tus redes sociales para tratar de conseguir mayor engagement por parte de tus seguidores.
• Revisar el diseño y el estilo de tu marca; a veces hace falta llevar a cabo un cambio o mejora del logotipo, apostar más por unos colores corporativos predefinidos, etc.

En definitivas cuentas, la mejora de la marca es uno de los factores que te ayudarán a poner en marcha tu plan de franquicias.

Las franquicias interlatinas han experimentado un notable auge a lo largo de 2015 y se espera que este crecimiento también continúe en 2016. La reducción de las fronteras, los tratados de libre comercio y pactos nacionales han incentivado el beneficio industrial gracias a la exportación de franquicias entre países latinos.

En el caso de la moda, por ejemplo, las marcas peruanas como Michelle Belau, Renzo Costa o Calzado Lalalove, están cosechando excelentes resultados y estudian exportar su franquicia a Colombia, México o Panamá.

Brokers locales y promotores buscan alianzas estratégicas con marcas de otros países, lo que les facilita conseguir un poco más de control sobre las tiendas nuevas.

La mayoría de las empresas peruanas son de tamaño mediano y disponen de una producción limitada. Es por eso por lo que lo ideal es que el franquiciado trabaje muy de cerca con la empresa matriz, de modo que pueda lograr mejores resultados, que se adapten lo máximo posible a las exigencias y necesidades del mercado. Los tiempos de las franquicias genéricas en Perú han quedado atrás.

Según Giancarlo Vial, gerente comercial de la compañía peruana Lulipa Lengerie, una cadena de franquicias dedicada al mundo de la lencería, el 80% de las ideas emprendedoras fracasan en el quinto año de existencia. Sin embargo, esta tasa de fracaso se reduce al 20% cuando se trata de una franquicia.

La tasa de fracaso es un indicador que nos muestra que montar una empresa es una tarea muy compleja que depende de muchos factores; no que nuestra idea de negocio tenga que ser mala y no llegue a funcionar.

No todos los motivos del fracaso están relacionados con la valía del emprendedor, si éste ha hecho bien su trabajo, o no. Simplemente, puede ser que el mercado no esté atravesando un buen momento, o que los gustos de los consumidores hayan cambiado en poco tiempo debido a alguna novedad o moda, o una gran cantidad de motivos.

Hay emprendedores que consiguen lo que desean después de fracasar con varios negocios y aprender mucho de sus errores. Sin embargo, algunos empresarios no pueden, ni están dispuestos a esperar tanto tiempo.

En estos casos, la franquicia es un sistema de negocio donde nos sumamos a una marca ya consolidada, con unos procedimientos de trabajo validados por el mercado y que están generando beneficios. Si lo que queremos es montar un negocio y tratar de ir sobre seguro, la forma de tener mayores probabilidades de evitar un sonoro fracaso es abrir una franquicia.

Fracasar con una idea de negocio no es necesariamente malo; muchos grandes éxitos han salido de grandes fracasos. Si no se intenta algo, es imposible conseguirlo. La cuestión para el emprendedor es plantearse cuáles son sus prioridades, cuál es el nivel de riesgo que está dispuesto a asumir.

Tal como ha señalado el director de Educación Ejecutiva de la Universidad del Pacífico, Juan Carlos Mathews, para el año 2016 Perú pasará de contar con 31 franquicias en el extranjero a unas 50. La razón de esta gran expansión se debe a la experiencia acumulada en la internacionalización de las franquicias, que les hará más fácil abrirse a otros mercados.

No obstante, algo que también destaca Mathews es que la expansión de las franquicias peruanas en el extranjero no sólo estará concentrada en el sector gastronómico, principal eje de la empresa peruana en el exterior. Otros sectores como la moda, el calzado, la belleza, los artículos de decoración y los gimnasios también se postulan como abiertos a internacionalización.

Los principales mercados serán Centroamérica y Sudamérica, si bien las empresas peruanas se irán aproximando poco a poco a algunas ciudades como Miami y San Francisco, en Estados Unidos, o Madrid, la capital española. El experto Juan Carlos Mathews tampoco descarta que puedan llegar a mercados más lejanos, como por ejemplo el sudeste asiático e India.

Cuando nos acercamos a una compañía que nos permite operar bajo su enseña y expandir su concepto, un punto importante en el que debemos fijarnos es el retorno de la inversión (ROI).

Invertir en franquicias puede ser mucho más rentable que en un negocio de nuevo cuño, ya que la compañía nos traslada todo su know-how y nos permite operar bajo su marca, lo que incrementa las posibilidades de éxito en poco tiempo.

No obstante, si el retorno de la inversión es demasiado tardío, quizás pueda no interesarnos hacer esa inversión. Hay franquicias en las que ya al segundo año estamos obteniendo beneficios y hemos dejado de costear la inversión inicial, pero hay otras que tardarán muchos años más y pueden hacer que tardemos más tiempo en recuperar el dinero invertido.

El retorno de la inversión no es el mismo necesariamente en todas las enseñas de la marca. En todo caso, se nos ofrecerá una media aproximada o un cálculo según las condiciones del país, tipo de ubicación, tamaño del local, productos ofertados, etc.

Cuanto más importante es una franquicia, generalmente es más alta la inversión y el canon de entrada, pero el retorno de la inversión es más breve y tenemos más seguridad de que vamos a recuperar nuestro dinero.

En cambio, las franquicias de bajo coste pueden no ser siempre todo lo deseables para el inversor, ya que aunque invierte poco dinero de entrada, no siempre está garantizado que vayamos a recuperar el dinero en poco tiempo.

El riesgo de las franquicias de bajo coste es menor en todo caso, ya que hemos invertido menos dinero y es más fácil que podamos pagarlo pronto y obtener beneficios. El emprendedor ha de tener claro, en todo caso, que durante los primeros años generalmente todo serán gastos y no obtendrá beneficios a pesar de que sí tendrá ingresos.

Es por tanto importante disponer de la financiación adecuada para esos primeros años hasta que empecemos a recuperar nuestra inversión.

Con el objetivo de acelerar sus negocios y definir su llegada a Perú, representantes de las franquicias Benningans, Wendy's y Dairy Queen tienen la intención de llegar a Lima en septiembre.

Otras franquicias extranjeras planean llegar a la capital peruana, como es el caso de Fastsigns, Which Wich, 9round, The Growth Coach, así como muchas otras. Entre las franquicias peruanas, se espera que también compañías como Bombón rojo, Sentinel, Sanaoria, Mynt, Kuna, El Chalán o San Roque aprovechen la Feria Internacional de franquicias para concretar sus negocios.

La anunciada llegada de Wendy's y su participación en la feria supone un dato de gran interés para el desarrollo de las franquicias en Perú, ya que hace algún tiempo se conoció que esta franquicia estadounidense intentó entrar en el mercado peruano, pero no encontró los socios adecuados para poder llevar a cabo su expansión.

El objetivo de que estas franquicias planeen concretar sus planes de expansión para los próximos meses no supone sólo una forma de explorar el mercado, sino una puerta abierta para entrar en la región.

El restaurante peruano Segundo Muelle ha abierto su primer establecimiento en Costa Rica, que operará bajo el régimen de franquicia.

Su propuesta de valor se basa en sabores peruanos con un toque contemporáneo. El espacio se encuentra localizado en la Sabana y ofrece un menú de alrededor de 45 platos, los cuales pueden variar en tres meses, según el grado de aceptación que tengan entre los comensales.

Se trata de una propuesta que se aparta del estilo tradicional para ofrecer sabores de distintos lugares del mundo, aportando un toque diferenciador.

Las franquicias de Segundo Muelle aparecieron en Perú hace alrededor de 20 años. Tienen presencia en España, Estados Unidos, Ecuador y Panamá. En Costa Rica prevén abrir un segundo local dentro de un año, que se ubicará al este de la capital.

La inversión de este primer establecimiento ha rondado $1 millón de dólares.

Entre algunas de sus propuestas más destacadas, están el cebiche, con el que obtuvieron varios premios, el wantán de lomo y los makis, como por ejemplo el Acebichado New Style, que se cuenta entre los favoritos.