La financiación externa en la franquicia

El propio mercado ha ido regulando una excesiva dependencia de la financiación externa a la hora de emprender con una franquicia. No sólo hace falta hoy ya disponer del dinero, ni basta cualquier plan de negocio para conseguir que nuestra empresa triunfe bajo este modelo.

Uno de los riesgos con los que se puede encontrar el franquiciado es que, incluso habiendo reunido los requisitos para recibir financiación externa, no se cumplan las previsiones de la media de ingresos que esperaba obtener, por lo que llegado a cierto punto sus resultados empiecen a ser negativos.

La propia configuración de la franquicia como empresa permite al empresario proteger su capital personal para que no tenga que responder con su patrimonio debido a las deudas, a diferencia de lo que pasaría por ejemplo con un autónomo. No obstante, el coste de oportunidad y la pérdida de la inversión personal sí que pueden suponer un difícil varapalo.

¿Cuál es una de las claves para emprender una franquicia con más seguridad y menos riesgo? No depender excesivamente de la financiación externa, que hará subir los gastos de la empresa en intereses bancarios, y tratando de cerrar un plan donde se diversifiquen las fuentes de financiación.

Otra de las claves es no concentrarse sólo en los aspectos financieros, sino ser muy activos en la puesta en marcha del plan de marketing a fin de cumplir con las previsiones de ingresos determinadas en el plan de negocio.

No es solamente la marca de la franquicia lo que vende, sino la adecuación del establecimiento local a los valores y metodologías que la hicieron grande y que le pueden permitir obtener unos buenos resultados. Debe sacarse rendimiento a cada euro invertido.

Vellísimo Center prepara aumentar sus franquicias en Perú

Dado el creciente número de clientes de provincia que llegan a Lima, la red de franquicias de estética Vellísimo Center planea aumentar su red de franquicias en el interior del país.

Por el momento, la franquicia española intenta ingresar en el mercado de Chiclayo, Trujillo, Piura, Ica y Arequipa.

Tal como ha señalado la gerente de Vellisimo Center en Perú, Bárbara Henningsen, la inversión que se requiere para abrir un local es de entre US$ 20.000 y US$ 100.000. A cuatro años desde su llegada al país, la marca dispone ya de 9 locales en Lima.

La franquicia de Vellisimo Center requiere de locales de entre 40 y 120 metros cuadrados.

La razón por la que muchos clientes vienen a Lima para hacerse los tratamientos es la poca oferta existente de este servicio en provincias. El público principal son mujeres de entre 25 y 45 años y los servicios que más se demandan son los tratamientos antiacné y la fotodepilación.

Sólo el 20% de los clientes son hombres y los servicios más demandados por ellos son limpieza facial y depilación.

¿Por qué revisar todas las cláusulas del contrato de franquicia antes de firmar?

En el ejercicio de una definición sencilla, el contrato de franquicia define las obligaciones acordadas entre franquiciador y franquiciado. Además, es la guía que regirá la relación de franquicia en todo lo relativo a los derechos y obligaciones de las partes involucradas.

El franquiciador debe abarcar en detalle todo lo relativo al inicio de la actividad, además de lo referente a la explotación del negocio y a las incidencias que pudiesen aparecer.

De la misma forma, el franquiciado debería estudiar minuciosamente el contrato, e incluso, negociar aquellos puntos con los que no esté de acuerdo. En la práctica siempre hay un pequeño margen para algunas modificaciones.

Los contratos dan seguridad en la relación y deben asumirse con la perspectiva de su completo cumplimiento, por esto siempre es conveniente, antes de firmar el contrato, consultar a un abogado experto en franquicias.

En esencia, el contrato sentará las pautas de duración del acuerdo, las partes vinculadas, el objeto de la relación, los derechos y obligaciones de los firmantes, la posibilidad de transmisión, así como lo relacionado al local, la formación, los aprovisionamientos y los pagos de royalties y cánones, etcétera.

Abrir una franquicia: qué hay que tener en cuenta

Iniciar un negocio propio supone tomar una importante decisión personal. Ante tal empresa, es muy importante hacer una autoevaluación de las características personales, empresariales y económicas de cada individuo en particular.

En el caso de que la elección sea una franquicia, esto es lo que todo emprendedor debe considerar:

- Lo primero a valorar son las características personales del franquiciado, teniendo en cuenta intereses y gustos personales.

- Hay que tener la madurez para asumir directrices y métodos de trabajo del franquiciador, renunciando a la independencia de la que podría gozarse en otros tipos de modelo de negocio.

- Hay que acumular suficiente información antes de formalizar la adquisición. En este punto es imprescindible investigar sobre el concepto de negocio, la competencia y el desarrollo concreto de la franquicia.

- Muy importante resulta también verificar la solvencia económica y profesional del negocio.

- Analizar la ubicación y cuadro de exclusividades (territorial y de aprovisionamiento) en el que se desarrollará la actividad comercial.

- Finalmente, aunque igual de fundamental, estudiar la inversión con abogados o consultores expertos en franquicia y entender la perspectiva empresarial del negocio a corto, medio y largo plazo.

Otros aspectos importantes:

Lo económico, por supuesto. Es necesario, asegurarse de conocer de modo detallado todo lo necesario en relación a las obligaciones económicas que asumirá sobre el cánon de entrada, los royalties de explotación, los de publicidad, inversiones de implantación, adecuación o decoración, antes de formalizar la franquicia.

Es importante destacar que ante cualquier duda se debe consultar con un profesional con experiencia en franquicia, será una garantía más del éxito del proyecto.

Imprescindible: Formación continua en franquicia

La formación continuada en dentro del modelo de franquicia es imprescindible para garantizar la continuidad de la propia marca de prestigio.

Es la razón por la que, en muchas oportunidades, esta formación continuada es establecida claramente en el contrato de franquicia. Aquí se detallan todos los medios necesarios para que el franquiciado desarrolle su negocio y, en buena parte de los casos, esta formación se recoge en los manuales operativos.

La formación continua es la mejor manera de dar respuesta a los cambios constantes del mercado. Esto implica que sea necesaria una adaptación continua a los clientes y sus necesidades, así como corregir errores operacionales o implantar mejoras en la tecnología, nuevos productos u otras novedades adaptadas al mercado.

Además, el franquiciador tiene la obligación de mantener una vigilancia continua de la calidad de los procedimientos de sus franquiciados para asegurar que se mantiene el prestigio y el desarrollo de la marca en la prestación de sus servicios o venta de sus productos.

Las acciones de formación son una fantástica manera de revisar el modo de trabajo y la percepción de las directrices estipuladas por el franquiciador en determinadas situaciones y ante posibles imprevistos.

Para impartirla se pueden usar diversos medios, como pueden ser, los tradicionales cursos de formación, seminarios, convenciones, publicaciones de manuales operativos, o la formación a distancia a través de la red, o incluso jornadas de asistencia al franquiciado en su al centro de trabajo o desplazando a este a centros del franquiciador.

Todos estos medios hacen posible que franquiciador y franquiciado tengan una colaboración estrecha y continua, para mantener un beneficio económico entre ambas partes.

Estas acciones de formación suelen financiarse de modo general con los royalties cobrados por la central aunque ocasionalmente puede establecerse un pago específico en relación a ciertas acciones formativas individuales y de carácter extraordinario.

Ventajas de la formación inicial en franquicia

La obligación del franquiciador de facilitar una formación inicial a sus franquiciados antes de la apertura de la unidad franquiciada, es evidente al establecerse el contrato de franquicia.

La formación inicial deberá incluir la cesión de un método empresarial propio y completo a través de la transmisión de sus elementos distintivos, un saber hacer, suministros y asistencia técnica, por el cual el franquiciado pagará una prestación económica directa o indirecta, etc.

El coste que puede suponer a la central franquiciadora impartir la formación inicial, se sufraga mediante el canon de entrada, que deberá pagar el franquiciado para entrar a formar parte de la cadena, sólo suele quedar a expensas del franquiciado los gastos de desplazamiento y manutención durante el tiempo de esta formación.

La formación inicial debe de ser completa y detallada, ya que los posibles franquiciados suelen ser empresarios que carecen de experiencia en el sector concreto y casi siempre  en el Know How de la enseña.

La formación además de reportar conocimientos técnicos u operativos debe transmitir el concepto empresarial creado por el franquiciador y su especial idiosincrasia.

Gracias a una completa formación inicial se podrá preparar el inicio de la actividad del franquiciado y beneficiar a este con los conocimientos adquiridos en años de experiencia y transmitidos  ahora en unos pocos días.

Este requisito de la formación permitirá al nuevo franquiciado conocer qué debe hacer para lograr la rentabilidad prevista en su nuevo negocio.

El programa de formación se debe componer de partes teóricas y prácticas. Habitualmente las franquicias plasman sus acciones formativas en los manuales operativos.

Los manuales operativos recogen una serie de preceptos y procedimientos en relación a la gestión y administración del negocio, la información técnica de las instalaciones, los procedimientos operativos de explotación, etc.

Estos manuales y los programas de formación permiten la cesión del saber hacer y la propia experiencia del franquiciador a sus franquiciados de un modo ordenado y sistemático.

Cada central franquiciadora establece sus propios manuales operativos, no existe un guión estándar para desarrollar éste, puesto que cada enseña tiene sus propias circunstancias.

Suele ser muy habitual en franquicia la contratación de Consultores y abogados expertos en Franquicias para la ayuda en la realización de estos manuales y en la estandarización de los procedimientos.

Para complementar la información que ofrecen los manuales operativos, una de las acciones formativas más recomendadas consiste en el desplazamiento del franquiciado a los centros pilotos para poder apreciar el modelo de organización del centro de trabajo y ponerlo en práctica en su propio centro.

Una vez abierto el centro franquiciado la formación también se impartirá en el nuevo centro por parte del franquiciador. Esta práctica es indispensable para integrar el saber hacer de modo eficaz en el establecimiento aperturado.

Es importante señalar que el franquiciado necesitará mayor apoyo de la central franquiciadora en el momento de la apertura de su establecimiento. Ya que este es el momento en el cual se pone en práctica toda la formación inicial, y donde pueden surgir dudas operativas.

Sin duda una formación inicial de calidad aumentará las probabilidades de éxito del negocio y vinculará de modo satisfactorio al nuevo franquiciado y a su equipo con la franquicia.

Así podemos concluir que la formación inicial es una ventaja para la red y no sólo una obligación.

Todo lo que debes saber sobre franquiciados

Uno de los conceptos imprescindibles al momento de entender cómo funciona el modelo de franquicia es todo lo que tiene que ver con el franquiciado, una persona física o jurídica que obtiene los derechos para comercializar y explotar los productos o servicios de un negocio con técnicas y rentabilidad probadas y bajo el respaldo de una marca registrada. Todo esto a cambio de asumir el compromiso contractual de pago de cánones y royalties.

Son muchas las ventajas de volverse franquiciado

- En primer lugar, la transmisión de conocimientos. El franquiciado obtiene todo el conocimiento ya probado y comprobado sobre un negocio, por demás exitoso. Esto, sin duda, le ahorrará al inversor buena parte del riesgo inicial de toda aventura empresarial.

- Además, la inversión siempre será menor que la requerida para iniciar un negocio independiente. En esta relación, el franquiciado saca partido de descuentos provenientes de las sinergias de mercado de su central, además de tener garantizada la formación inicial y continua durante la ejecución de todo el contrato. Además, al tratarse de una marca reconocida, los costos de marketing y de publicidad se ven considerablemente reducidos.

- El franquiciado también dispone de proveedores ya contactados que le ofrecen precios sin competencia por la seguridad que subyace en la relación de compra.

- Los temas de innovaciones tecnológicas y operativas también hacen muy atractiva a la figura de la franquicia pues cuenta con el respaldo de un modelo, usualmente de vanguardia, probado y adaptado ya al mercado.

- Finalmente, el franquiciado también obtiene la exclusividad del territorio asignado, además de diversas facilidades financieras inherentes al mundo de la franquicia.

¿Quién es un franquiciador?

¿Qué tienen en común Embarcadero 41, Cinnabon y Multident? Como muchos negocios exitosos originarios del Perú, se consolidaron y sus dueños ampliaron el negocio bajo el modelo de franquicia, convirtiéndose así en franquiciadores.

Un franquiciador es una persona, sea jurídica o física, que gestiona un modelo de negocio sobre un determinado producto o servicio, que busca su expansión mediante concesiones a los inversores, conocidos como franquiciados, sobre el derecho de operar bajo su marca y modelos organizativos y operativos.

El fin último del franquiciador es lograr la expansión del negocio y lograr ampliar el volumen de mercado a través de la infraestructura y el capital de un tercero. Esta fórmula ha tenido éxito mundial debido a la rentabilidad, las mejoras que representa para los canales de distribución, el incremento en la notoriedad de marca, además de un mejor aprovechamiento de los costes de marketing y publicidad.

Uno de los retos más importantes del franquiciador es transmitir de manera apropiada los valores de su modelo de negocio. El llamado “know how” de la franquicia debe ser transmitido de manera clara, abarcando los valores de experiencia, conocimiento, formación, cultura y esencia corporativa. Esta responsabilidad no es de carácter temporal, sino que debe centrarse en un mercado continuo y con posibilidad de desarrollo expansivo.

La existencia de un contrato, soporte informativo y un plan económico financiero es fundamental a la hora de asistir, trasladar la información y formación a los franquiciados. Para ello, es recomendable recurrir a Abogados y Consultores Expertos en Franquicia e independientes a la empresa.

Como todo proceso empresarial, esta fórmula de negocio conlleva una serie de ventajas e inconvenientes que deberá asumir el franquiciador a la hora de franquiciar.

Siempre es importante volver a las ventajas del modelo de franquicia para entender si es el negocio apropiado para cada emprendedor:

- Reducción de gastos de personal y control.

- Puesta en marcha de economías de escala en todos los niveles estructurales.

- Apertura de nuevos mercados, con un ágil desarrollo de la actividad empresarial.

- Disminución de los riesgos económicos financieros.

- Recepción de ideas, propuestas y conocimientos sin coste alguno, creando sinergias.

- Ruptura de las barreras económicas y de recursos humanos.

- Difusión de la imagen de marca, creciendo su nivel de notoriedad y asentando una sólida presencia.

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